Luciano Pavoni - Triatleta

Luciano Pavoni - Triatleta

domingo, 21 de febrero de 2010

Recta final

Mirando el plan de los próximos y últimos 10 días previo al descanso de dos días previo al Half Nativa Mar Del Plata, descubrí que había entendido mal!.
Estaba seguro que Lea había dicho que empezábamos a descargar, y resulta que me encuentro con que los próximos seis días son terribles, que recién el próximo domingo tengo como descarga 100km de bici rodando tranqui, el lunes, martes y miércoles, entreno suave, jueves viajo, viernes panza arriba, y el sábado nos movemos un poco ya en Mardel. Parece mentira, pero por un lado me alegre!, me parecía muy pronto para dejar de sufrir.
Hoy junto Rubén y Alfredo, lideres de Ayekan, comunidad triatletica Platense a la que pertenezco, hicimos alrededor de 200 km de bici en un día que comenzó con llovizna y termino de la misma forma, gris, con viento enfurecido, con pinchazo, dos accidentes de transito en el camino, la verdad, un día miserable!
Pero sin embargo termino siendo un condimento fundamental para nuestras cabezas que nos permitieron hacer semejante performance.( siempre quise de decir performance)
Desayuno a las 5:45 am, preparativos lógicos, y al ver q Rubén avisaba q salía, encaro el camino al lugar de encuentro.
Llovía, pero no importaba. El contraste entre nosotros, los borrachos, los autos a fondo con la música a taco, y demás personajes que deja la noche de un sábado nos llama la atención.
Pero luego de pensarlo le digo a Alfre, :- me parece que los descolgados somos nosotros…Alfre sonríe.
Ambos sabíamos que era verdad, y nos alegramos de que así sea.
Llega Rubén, y el equipo de Ayekan, sale a meter 180km a pesar de que ni nosotros teníamos fe de que el día lo permitiera.
En el camino hacia la ruta 2, pasamos un accidente donde había un chico y una chica fallecidos en el piso, una moto a unos metros, y policías en actitud de espera. El silencio completaba el cuadro. Creo que los tres tragamos angustia sabiendo que el camino estaba peligroso, pero solo se hizo un ligero comentario.
Mas adelante, Rubén pincha, y en el momento que paramos, paso una camioneta con una serigrafía de un fulano, aparentemente cantante…al seguir nuestro camino, a unos pocos km, esa camioneta se había pegado un palo bárbaro…parecía “ el juego del miedo”.
Llegamos a la ruta, Rubén dice estar agotado, cosa que no sorprende, viene matándose sin descarga el doble que yo, y se queda retrasado.
Yo haciéndome el lindo, me pongo a la par de Alfredo viento en contra hasta el peaje de Samborombon.
El día seguía sin intenciones de colaborar, en algunos tramos había agua en le piso, la sensación de palo inminente asustaba, pero no nos hacia mermar.
El cielo estaba completamente gris, los autos cada vez pasaban mas amontonados, no era un día para estar en la ruta y ambos lo sabíamos.
Pegamos la vuelta, y ya viento a favor debería ser otra cosa….hasta que Alfredo empieza a apretar, y no me queda otra que ponerme a rueda, comienzo a sufrir, hasta que tuve que decirle que afloje…nos faltaban por lo menos 100km, y estaba pidiendo la hora!
Llegando a Etcheverri la llovizna era un poquito mayor, en un momento pense “ojala que diga que nos volvemos”, pero no!...siguió adelante, eso indicaba que mínimo nos faltaban como 70km para regresar.
Nos encontramos con Rubén en Alpargatas, La rotonda, porque el llevaba zapatos ja!
Y se potenciaron.
Fuimos y vinimos creo que tres veces de Alpargatas a City Bell, luego volvimos unos km por ruta 2, volvimos a Alpargatas, y recién ahí, emprendimos el regreso viento en contra a casa.
Mientras sufríamos los últimos kilómetros, Rubén me mira y me dice, Tenes los ojitos que te delatan, en carrera siempre tenes que mantener la cara de hierro, que parezca que estas entero, sobre todo cuando pasas a alguno, así no se anima a seguirte.
La cuestión es que los tres volvimos como si hubiéramos ganado algo, muy doloridos, pero muy conformes.
Yo volví pensando que quizás no sea que el cuerpo se adapte y eso haga que podamos correr, pedalear o lo que sea mas y mejor….sino que me parece que uno se adapta a tolerar mas sufrimiento, porque antes pedaleaba menos, y sufría menos, ahora pedaleo mucho mas, y sufro mucho mas…donde esta el negocio, lo ideal seria pedalear lo mismo y no sufrir, o pedalear mas y sufrir lo mismo que antes….

En fin, encaro mi última semana de entrenamiento con mucha ilusión, espero que todo siga como hasta ahora, y que de una vez por todas, estemos en la línea de partida, y escuchar la bocina que indica el principio de la próxima historia.
Esta historia termina en el momento de que llegue a estar ahí, sintiéndome capaz de hacerlo.
Todo lo que ocurra a partir de ese momento, será otra historia, condimentada por la interacción entre el día, los atletas, las maquinas, las piernas, …en fin, será otra historia.
Primero hay que llegar a estar ahí.

No hay comentarios: